Navidades de 2012, Madrid. Un joyero, centrado últimamente en la compraventa del modesto oro familiar de los asfixiados por la crisis, aparece degollado entre unos contenedores de reciclaje con un acusador mensaje encima. No es el primero. Semanas antes,
Artículos relacionados
Vista previa: LA REGLA DEL ORO
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.