EDUARDO MENDOZA
Como muchos niños de la posguerra española, Eduardo Mendoza estudió en el colegio una asignatura denominada Historia Sagrada, resumen eilustración de algunos pasajes de la Biblia que hicieron nacer en élla fascinación por la palabra escrita y por los mundos de ficción,además de enseñarle a distinguir entre lo real y lo imaginario.
«No exagero al afirmar que la Historia Sagrada que estudié en elcolegio fue la primera fuente de verdadera literatura a la que me viexpuesto», recuerda Eduardo Mendoza en la introducción a esta ediciónrevisada de Las barbas del profeta.De la combinación dedos temas, el deleite infantil ante la Biblia, consideradaestrictamente como obra literaria, y la reflexión sobre la influenciade la ficción en la formación de un escritor de vocación temprana,nació este libro. Basado en sus recuerdos de infancia y en la certezade que una sociedad se explica mejor si no se desvincula de sus mitosfundacionales, Eduardo Mendoza emprende un viaje formidable por latierra de José y sus hermanos, de Salomón, de la Torre de Babel y deJonás, y paga así su deuda, o parte de ella, con el