Nadie sabe la razón, pero todo el que se acerca al castillo desaparece. Sus habitantes ya se han acostumbrado a no tener enemigos, al vivir siempre de la misma forma, sin sobresaltos.
Pero la princesa, deseosa de explorar el mundo, decide adentrarse en el mar.
Artículos relacionados
Vista previa: UN MAR DE CEBOLLAS
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.