SOLA SAEZ, IRENE
Primero llegan la tormenta y el rayo y la muerte de Domènec, elcampesino poeta. Luego, Dolceta, que no puede parar de reír mientrascuenta las historias de las cuatro mujeres a las que colgaron porbrujas. Sió, que tiene que criar sola a Mia e Hilari ahí arriba enMatavaques. Y las trompetas de los muertos, que, con su sombrero negro y apetitoso, anuncian la inmutabilidad del ciclo de la vida.
Canto yo y la montaña baila es una novela en la que toman lapalabra mujeres y hombres, fantasmas y mujeres de agua, nubes y setas, perros y corzos que habitan entre Camprodon y Prats de Molló, en losPirineos. Una zona de alta montaña y de frontera que, más allá de laleyenda, conserva la memoria de siglos de lucha por la supervivencia,de persecuciones guiadas por la ignorancia y el fanatismo, de guerrasfratricidas, pero que encarna también una belleza a la que no le hacen falta muchos adjetivos. Un terreno fértil para liberar la imaginación y el pensamiento, las ganas de hablar y de contar historias. Unlugar, quizás, para empezar de nuevo y encontrar cierta redención.
De la obra de Irene Solà se ha dicho: «